LA GRAN DECEPCIÓN
(Por ADRIÁN SAAVEDRA PÉREZ. E2D).
Durante la mañana del viernes, no presté mucha atención en clase de
Lengua, ya que estaba diseñando mi plan. Nada más terminar dicha clase,
corrí a los servicios de chicos con el libro de mates, y lo escondí detrás de la
cisterna de un retrete. Volví a clase, y ya estaba en su mesa nuestro
profesor de mates. Dijo que hoy era el examen. Le pedí que me dejase ir al
baño, porque no había podido ir antes. Él me dejó, porque suelo portarme
bien en clase. Corrí hacia el baño con un boli y un trozo de papel, saqué el
libro de mates y me hice una chuleta del tema de la proporcionalidad. Me
guardé el boli, guardé el libro y me escondí la chuleta debajo del reloj. Al
volver a clase, ya estaba listo para hacer el examen; pero para gran
desilusión mía, cuando el profe me dio mi examen, arriba del todo ponía:
Tema 8. Ecuaciones de 2º grado.
UNA MUERTE POR
LAS PRISAS.
(Por VÍCTOR LÓPEZ CONDEARENA. E2D).
Todos los soldados dormían tranquilamente en su base. Todos menos el coronel, que estaba bastante preocupado ya que había recibido un informe de que el bando enemigo les podía atacar.
Su preocupación paso ha ser un problema, ya que esa misma noche les atacaron.
Con el sonido de la sirena de emergencia todos se despertaron sobresaltados, y el coronel les llamo a todos para agruparlos en pelotones de ataque, cada uno con una función.
El primer pelotón fue destinado a defender la base aereamente, y el segundo, la defendió por tierra. Cuando los del segundo pelotón interceptaron al grupo de soldados enemigos, se escondieron a planearles una emboscada.
Decidieron cogerles cuando estuvieran en una explanada abierta.
Cuando los enemigos llegaron a la explanada, los del pelotón decidieron atacarles, pero cuando estaban ya a unos metros de los enemigos, se dieron cuenta de una cosa fundamental, que con las prisas, se les había olvidado los cargadores de las armas en la base.
Partido de tenis
(Por ALBERTO ALONSO FERNÁNDEZ. E2D)
En un partido de tenis, había una copa en una mesa. Los jugadores se peleaban por ella.
Era una copa muy bonita; tenía brillos, color oro. Encima jugaban una copa muy difícil de ganar. La habían ganado pocos jugadores, estaban en la final y nadie quería perder.
Pero, en un momento, la bola golpeó la copa y la tiró al suelo. Cuando la levantaron, vieron que tenía un rasguño y se le había quitado un poco de pintura brillante.
Los jugadores al ver eso de la copa, ya dejaron de pelearse por ganar. No la quería nadie.
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