miércoles, 8 de septiembre de 2010

Orígenes de la Literatura.



                  I

            ORÍGENES DE LA
              LITERATURA.

    


l. ¿QUÉ ES LA LITERATURA?


 a. La verdad literaria
    
     Saber si es verdad o mentira aquello que dicen los textos literarios se ha convertido, en ocasiones, en motivo de largos estudios por parte de críticos e investigadores. Para la autora de este texto, el asunto carece de importancia. Carmen Martín Gaite nos acerca en esta reflexión al concepto de ficción y verdad dentro de la literatura. Para ella, la verdad y la mentira están dentro del texto más que en la realidad que lo inspiró.


     (T1) “La verdad narrativa o poética toma su harina de un costal bien diferente de aquel donde se guarda la que sirve para amasar los criterios de credibilidad comúnmente admitidos para enjuiciar como falso o verdadero lo que se desarrolla en el ámbito de la vida real. En el reino de lo 2literario las únicas leyes que valen para garantizar la verdad de lo expuesto no hay que irlas a buscar fuera, sino dentro del texto(...). Lo que está bien contado es verdad y lo que está mal contado es mentira: no hay más regla que esa para aceptarlo o rebatirlo.

   Cuando leemos, por ejemplo, un soneto amoroso de Skakespeare o de Petrarca, no se nos ocurre ni por lo más remoto rastrear en la biografía de esos autores datos que nos pudieran inducir a invalidar la verdad literaria de sus mensajes, a la luz de un cotejo riguroso con la vivencia que los originó. Al lector que se deja invadir por el conjunto de emociones y sugerencias que esas composiciones le comunican poco le importa, en el momento de recibirlas e incorporarlas al caudal de su propia memoria, investigar si las personas a las que van dedicadas fueron mejor o peor tratadas por el autor a lo largo de las relaciones íntimas que pudo haber mantenido con ellas, y ni siquiera saber si existieron o no como tales receptores en carne y hueso del recado amoroso. Este se erige por derecho propio en verdadero, simplemente por el hecho de conservar intacto a lo largo de los siglos el fermento para seguir conmoviendo; es decir, por haber acertado a plasmarse en aquellos términos únicos. Y nunca habría llegado a lograr tan precisa y eficaz expresión si el autor no hubiera sentido como verdad las emociones que nos transmite. Lo que importa es que quien las experimentó consiguiera fijarlas, transformando en infinito su fugaz y confuso acontecer, dando rostro y figura a lo impalpable mediante el recurso de la palabra”.
        
C. Martín Gaite. El cuento de nunca acabar. Destinolibro. l.985.



b. Palabra y literatura

     El siguiente texto pertenece a la obra en prosa de Antonio Machado en la que el poeta reflexiona sobre la literatura en general y la poesía en particular. A. Machado se convierte en Abel Martín y enseña sobre estas cuestiones a Juan de Mairena. En este texto hace una comparación entre las herramientas utilizadas por el artista en las artes plásticas y la palabra, principal instrumento con el que trabaja el escritor.


     (T2) “La materia en que las artes trabajan sin exceptuar del todo a la música, pero excluyendo a la poesía, es algo feble, no configurada por el espíritu: piedra, bronce, ladrillos, sustancias colorantes, sonidos: naturaleza bruta: cosas y hechos de cuyas leyes, que la ciencia investiga, el artista, como tal nada entiende.

   El material que el lírico maneja es la palabra. La palabra no es materia bruta. No os costará demasiado trabajo comprender la diferencia que existe entre un montón de piedras y un grupo de vocablos, entre un diccionario y una cantera. Sin embargo al poeta, le es dado su material: las palabras, como al escultor el mármol o el bronce. Ha de ver en ellos, por de pronto, lo que aún no ha recibido forma, lo que pudo ser mero sustentáculo de un mundo ideal: materia no elaborada, en suma. Esto quiere decir que mientras el artista de arte plástico comienza venciendo resistencias de la materia inerte, el poeta lucha con otra suerte de referencias: las que ofrecen aquellos productos espirituales: las palabras que constituyen su material. Las palabras a diferencia de las piedras, maderas o metales, son ya por sí mismas significaciones humanas, a las cuales da el poeta, necesariamente, otra significación”.

(A. Machado. Los Complementarios. Prosas completas. Espasa-Calpe).



c. El lector y la literatura
    
     La finalidad de la literatura ha sido motivo de diversas interpretaciones a lo largo de la Historia. La literatura como entretenimiento, como fuente de conocimiento y de enseñanza, como compromiso con el mundo y la sociedad en la que se crea, como algo bello y estético o como una innegable necesidad de comunicación para el escritor.
   En este poema, Vicente Aleixandre reflexiona sobre el fin último de su poesía..

            
(T3)
“¿Para quién escribo?, me preguntaba el cronista, el
periodista o simplenmente el curioso.
No escribo para el señor de la estirada chaqueta, ni
para su bigote enfadado, ni siquiera para su
alzado índice admonitorio entre las tristes ondas
de música.

(...)

Escribo acaso para los que no me leen. Esa mujer
que corre por la calle como si fuera a abrir las
puertas de la aurora.
O ese viejo que se duerme en el banco de esa plaza
chiquita, mientras el sol poniente con amor le
toma, le rodea y le deslíe suavemente en sus
luces.

(...)

Esa niña que al pasar me mira, compañera de mi
aventura, viviendo en el mundo.
Y esa vieja que sentada a su puerta ha visto vida
paridora de muchas vidas y manos cansadas.
Escribo para el enamorado; para el que pasó con su
angustia en los ojos; para el que le oyó; para el
que al pasar no miró; para el que finalmente
cayó cuando preguntó y no le oyeron.
Para todos escribo. Para los que no me leen sobre
todo escribo. Uno a uno, y la muchedumbre. Y
para los pechos y para las bocas y para los oídos
donde, sin oírme,
está mi palabra
Pero escribo también para el asesino. Para el que
con los ojos cerrados se arrojó sobre un pecho y
comió fuerte y se alimentó, y se levantó
enloquecido.
Para el que se irguió como torre de indignación, y se
desplomó sobre el mundo.
Y para las mujeres muertas y para los niños
muertos y para los hombres agonizantes.

(...)

Para el amenazador y el amenazado, para el bueno
y el triste, para la voz sin materia,
y para toda la materia del mundo.
Para ti, hombre sin deificación que, sin quererlas
mirar, estás leyendo estas letras.
Para ti y todo lo que en ti vive,
yo estoy escribiendo”.

(V. Aleixandre. Obras completas. Aguilar).



d. El lenguaje literario.

   La lengua es una, pero también es múltiple. Va adquiriendo tonos distintos según los usos y se tiñe de un carácter subjetivo: el de aquel que la emplea. El escritor intenta emocionar, divertir, sorprender y comunicar todo tipo de sentimientos.

   Para ello, dispone de su “lengua”, que, al tiempo que le permite elaborar mensajes carentes de otra intención que no sea la de comunicarse sin más, también le ofrece herramientas poderosas para sorprender, emocionar,... para hacer arte con la palabra.

   Entre esas herramientas poderosas están:

ü      Las figuras literarias. (Llamadas también figuras retóricas).

ü      La posibilidad de elección entre la prosa o el verso, con el que introduce en sus mensajes la sorpresa, el ritmo y la belleza formal.

ü      El conocimiento compartido de una serie de modelos (los géneros literarios) que otorgan la forma “acostumbrada” a las intenciones con que el autor escriba.

   El resultado de todo ello es la conversión de la “lengua de uso” en una lengua literaria dotada de las siguientes características:

ü      Es el resultado de una voluntad de modelar el mensaje de forma extraña, sorprendente, inhabitual, bella...

ü      Carece de homogeneidad: varía según los géneros, las corrientes estéticas, los tiempos y los escritores.

ü      Tiene valor plurisignificativo: pierde lógica pero gana en efectividad y puede llegar a significar algo distinto para cada receptor, al recurrir constantemente a la connotación. No en vano es producto de la subjetividad de quien escribe.

ü      Responde a la llamada función poética del lenguaje, ya que, en su intento expresivo, utiliza los recursos que e lenguaje le proporciona para llamar la atención, en primer lugar, sobre la forma que adopta el mensaje que elabora.


     Aquí tienes dos textos (A,B) que coinciden en referirse al otoño:


(A)
     (T4) "El otoño es el tiempo que transcurre entre el equinoccio del mes de septiembre y el solsticio de invierno. Su duración no es absolutamente constante a consecuencia de las desigualdades del movimiento terrestre. Su duración media es de 89 días y 19 horas. Desde el comienzo del otoño, los días en un principio iguales a las noches, decrecen en el hemisferio boreal. Esta estación ha sido introducida en la división del año en tiempos relativamente recientes; antiguamente solo se reconocían tres estaciones: la primavera, el verano y el invierno. Estas divisiones dependen de la posición geográfica de los pueblos. Las regiones más septentrionales sólo presentan dos estaciones: invierno y verano. El sistema de división del año en tres estaciones parece remontarse al tiempo de la vida pastoril, cuando el verano terminaba al regreso de los rebaños para la invernada. Es en otoño cuando los trabajos agrícolas son más numerosos.”         

        (Enciclopedia Larousse, tomo 14, pág. 7323).


(B)
(T5) “Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;
entonces
ya se sabe
es lo que pasa:
esas hojas, los pájaros, las nubes
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.
No busquéis el motivo en vuestros corazones.
tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.”

                 (A. González. Palabra sobre palabra)



   Estos otros (C,D,E) se refieren al agua, a la lluvia:


(C)
     (T6) “Yo no sé mira es terribles como llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Esta prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gota que cuelga majestuosa y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
    
   Pero las hay que se suicidad y que se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas, inocentes gotas. Adiós gotas, adiós.”

     (J. Cortázar. Historias de cronopios y famas. Punto de Lectura 79/2. Pág. 109)


(D)
(T7) “Son de abril las aguas mil
Sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla.
La lluvia da en la ventana
y el cristal repiquetea.
A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina
y una sierra gris se pierde.
Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.
Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
hay sol en los encinares,
charcos por las carreteras.
Lluvia y sol. Ya se oscurece
el campo, ya se ilumina:
allí un cerro desaparece,
allá surge una colina.
Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos
los lejanos torreones.
Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
nubes de guata y ceniza.”

(A. Machado. Campos de Castilla. En Antología Poética. Biblioteca Básica Salvat. RTVE, 16. Pág. 81)


(E)
     (T8) “Cuando la base de una nube alcanza el suelo se denomina niebla. Existen muchos tipos de niebla según la forma en que aparece. Las nieblas de irradiación se forman por la noche en las capas de la atmósfera  que están en contacto con un suelo que se está enfriando. Las nieblas de transporte resultan de una corriente de aire húmedo y caliente sobre una superficie fría.(...) La niebla es una especie de condensación efímera que desaparece rápidamente con la aparición del viento.
     Las nubes están formadas por pequeñas gotas de agua en suspensión. Si la fuerza de las corrientes ascendentes es insuficiente para soportar sus pesos, las gotas caen en forma de lluvia o nieve. Con la lluvia el ciclo del agua realiza su fase más visible. El desarrollo de la fauna y de la flora y por tanto de los paisajes terrestres, está íntimamente relacionado con ella; una pluviosidad regular asegura excelentes condiciones para el desarrollo de la vida. Para convencerse es suficiente comparar los bosques ecuatoriales  frondosos, casi impenetrables con las estepas y los desiertos. La distribución de las lluvias depende de la distancia del mar, de la presión atmosférica, de la disposición de los relieves, de la latitud y de algunos otros factores cuyas acciones pueden reponerse o reforzarse.”
    
         (Pierre Höhler: Historia de nuestro planeta)



   Estos otros (F,G) tratan del amor:


(F)
(T9) “Es hielo abrasador, es fuego helado
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado

es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente
un amar solamente ser amado:

es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.

Este es el niño Amor, este es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que todo es contrario de sí mismo!”


(G)
(T10) “Desmayarse, atreverse, estar furioso
áspero, tierno, liberal esquivo
alentado, mortal, difunto y vivo
leal traidor, cobarde, animoso.
no hallar fuera del bien centro y reposo
mostrase alegre, triste, humilde altivo
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño:
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.”

Lope de Vega. Soneto 126. En Poesía española de los siglos de oro. Antología. Clasicos Laberinto. P. 192)


   Si hay algún momento especialmente hiperbólico en el uso de estas herramientas específicas para hacer literatura de las que estamos hablando, es el momento del BARROCO, en nuestro S. XVII.

   Detengámonos un poco en él, por observar el uso literario del lenguaje de una forma nítida.




     (T11)"Para mí el barroco es un arte en desequilibrio, un arte que no llegó a plasmar su genuina expresión. Era una inmensa fuerza que al brotar se encuentra con los módulos renacentistas. Al crecer quiebra e inclina las columnas, encrespa la sintaxis, adelgaza los conceptos, tuerce los frontones, aprieta el verso, recarga la pedantería o el filosofismo, aborrasca el paisaje (...)

   Pero aún, torcidos o quebrados, los elementos clásicos, los moldes estaban allí, en violento contraste con el ímpetu que los contorsiona..."
    
(Damaso Alonso. Poesía española. Gredos. Pág. 477).


   Leyendo con atención este soneto, descubrirás la sorprendente visión del mundo de uno de los más grandes poetas barrocos: Francisco de Quevedo.

   Es un soneto satírico dentro del conceptismo. La visión de un narigudo es el punto de partida para ofrecer una compleja asociación de imágenes y juegos de palabras.


(T12)
Érase un hombre a una nariz pegado
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada mal barbado.

Era un reloj de sol mal encarado
érase una alquitara pensativa,
éerase un elefante boca arriba
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;

érase un naricísimo infinito,
frisón, archinariz, caratulera
sabañón garrafal, morado y frito.

(Francisco de Quevedo. Poesía Varia. Edic. Cátedra. Pág.345).


Superlativa:desmesurada.Sayón y escriba: nariz judaica. Popularmente se atribuye a los judíos una gran nariz. Peje: Pez, y también mal sujeto. Alquitara: alambique,  un depósito del que sale un tubo por el que gotea el líquido producto de la destilación del alcohol. Ovidio Nasón: escritor romano llamado así por su gran nariz. Doce tribus: las de Israel. Nueva referencia a los judíos. Frisón: dícese de algo grande y corpulento. Caratulera: Persona que hace caretas. Sabañón: hinchazón de la piel con picor.

   (En tu libro de texto habrás estudiado “el conceptismo” y “el culteranismo”. Recuerda que:

   El Conceptismo es uno de los dos “estilos” que se producen dentro del “barroco”. Quien lo sigue refleja la complicación y la exageración barroca mediante juegos ingeniosos de ideas y conceptos, utilizando un lenguaje muy conciso, elíptico, lleno de paradojas, antítesis, polisemias...

   El Culteranismo es el otro estilo. Manifiesta la exageración y complicación del barroco en la acumulación e intensificación de los recursos literarios formales y una sintaxis y un léxico muy latinizantes. El resultado es de gran brillantez formal.











__________

      (CITA)

         1

La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro.    

(Proverbio tibetano)

________________











l.¿Cuál es la regla principal según Martín Gaite para saber si es verdad o mentira lo que dice un texto literario? ¿Es conmover lo importante?. ¿Por qué?

2.¿Qué significado tiene el último párrafo: "Lo que importa es (...) mediante el recurso de la palabra"?

3.Señala dentro del texto el emisor, el receptor y el mensaje.

4.¿Qué función del lenguaje predomina en el texto? ¿Está relacionada con el emisor o con el receptor?

5.Escribe unas breves líneas sobre algún texto literario que te haya conmovido.

























l.Busca el significado de las siguientes palabras del texto: exceptuar, feble, sustentáculo, inerte.

2.Escribe todos los materiales con los que trabajan los artistas y que aparecen en el texto. Al lado de cada uno, señala qué artista los utiliza.

3.¿Qué semejanza y qué diferencia fundamental establece Machado entre la palabra y los otros materiales?

4.¿A quién se dirige el texto? ¿Qué fórmula de tratamiento utiliza Machado? Señálalo en el texto.

5.Escribe cinco palabras (no sacadas del texto) que te gusten especialmente por su forma o por su significado y explica qué significación especial tienen para ti.















l.Lee en voz alta este poema. Ten en cuenta que los versículos son muy largos. Haz las pausas correspondientes. ¿Percibes algún tipo de ritmo en él? ¿En qué elementos se fundamenta?

2.Busca el significado de estas palabras que hemos entresacado: admonitorio, erguirse, edificación.

3.Señala todos los personajes que aparecen en el poema para los que escribe Aleixandre.

4.Busca en el texto las siguientes figuras retóricas: anáfora, paralelismo, paradoja,  polisíndeton.

5.¿Qué figuras aparecen en el verso: Esa mujer que corre por la calle como si fuera a abrir las puertas a la aurora.”?

6.Escribe un breve poema en versos libres pero que contengan paralelismos sobre la finalidad de la literatura.



















































































1.Intenta descubrir cuál de ellos es literario.
2.Explica por qué.
3.¿Qué propiedades de la lengua literaria se adivinan en él? Escribe los ejemplos que encuentres de cada una de las propiedades.
4.¿Qué figuras literarias adornan al texto?









































1.Descubre, de nuevo, los que sean literarios.
2.¿Con qué intención se ha escrito el texto (E)?
3.¿Con qué intención el texto (C)? ¿El autor describe, sin más, o transmite al lector su mirada subjetiva sobre los hechos? ¿En qué palabras o frases se nota s manera personal de ver las cosas?
4.Haz un listado con los “adornos” que hacen sorprendente y bello el texto (D).


















































































1.Intenta descubrir alguna descripción objetiva en cada uno de ellos.
2.Enumera y explica las referencias subjetivas que encuentres.
3.Descubre y da nombre a cada una de las figuras retóricas que los textos contienen.

























































Lee con atención el texto (11) y contesta:


1.¿Con qué palabra define D. Alonso el arte barroco?
2.¿Cuál es la base del estilo barroco según el texto?
3.Extrae las características que dice el autor sobre el estilo barroco y explica el sentido de cada una de ellas.













Acerca del texto (12):

1.¿Cómo se llama la figura que consiste en que cada verso comience con la misma palabra?
2.¿Qué significado puede tener el empezar con el verbo "Erase"?.
3.Señala los paralelismos sintácticos del primer cuarteto
4.Señala los versos que puedan prestarse a distintas interpretaciones.
5.Señala las metáforas más relevantes y, al tiempo, divertidas.









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