Imaginaciones tuyas.
Todos creen que los cementerios son un lugar muy malo para ir una noche de Halloween. Se pasa miedo, frío, y ocurren cosas bastantes raras. Yo, por mi parte, no me las creo.
Mis amigos Yeray y Camila me querían demostrar que esto pasaba de verdad en el cementerio. Seguro que estarían dispuestos a gastarme alguna broma, como siempre; ellos son así. Eran las 10 de la noche de Halloween. Todo estaba oscuro y Yeray, Camila y yo nos dirigíamos a la puerta. La puerta ya era un tanto tenebrosa: era grande, de barrotes y negra. Arriba del todo tenía una virgen pintada. Era extraño.
-¿Cómo vamos a entrar?-les pregunté.
-Con esto -Yeray me mostraba las llaves en su mano mientras decía esto.
-Siempre igual de preparado, ¿no?-dije.
-Pues claro, ya me conoces -me respondió, guiñándome un ojo.
Yeray abrió la puerta y entramos. Yo iba la última , vigilando todos los movimientos de mis dos amigos , por si hacían algo raro para gastarme la broma. De repente se escuchó un sonido , era raro pero no me alarmé mucho. Se volvió a oir , me puse nerviosa , pero pensé que serían Yeray y Camila , ya que estos ni se inmutaron al oírlo. Se volvió a oír y decidí preguntar , ya me estaban poniendo de los nervios.
-¿Habéis oído eso?-dije mirándoles algo inquieta
-No -respondieron los dos al unísono.
Pensé que serían ellos así que lo dejé pasar. Encontramos un sitio donde podíamos dormir , así que nos instalamos , hicimos una hoguera y pusimos los sacos de dormir en el suelo. Esta vez se oyó el ruido mas fuerte y lo oímos los tres , nos giramos y no vimos nada , pero se volvió a oír el mismo ruido por otro lado .
-Venga ya chicos , dejar de hacer tonterías.-dije para liberar tensiones.
-No somos nosotros.-dijo Camila.
Nos levantamos y salimos corriendo , hasta que tropecé , miré hacia atrás y era un gato ,¿era él el causante de los ruidos? Nunca lo sabremos.
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